La pieza que falta: La función de la proteína de suero en el rompecabezas de la inmunidad

La proteína de suero es conocida por su función en la síntesis de proteínas y el control del peso, pero también es una fuente abundante de macro y micronutrientes clave que proporcionan beneficios para la inmunidad.

Robert Child
Robert Child Director of the nutrition consultancy Alimentarius
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Published: Jul. 23. 2020

Rara vez la demanda de alimentos y nutrientes que beneficien la inmunidad ha sido más alta. La pandemia de coronavirus ha llevado a las personas de todo el mundo a buscar productos ricos en compuestos que se sabe que refuerzan su sistema inmunitario. Por ejemplo, la demanda creciente de productos ricos en vitamina C, así como la interrupción de las cadenas de suministro, generó una escasez temporal de jugo de naranja en marzo. Pero mientras que otros nutrientes han acaparado la atención, incluyendo el zinc, la vitamina C, el hierro, los bioflavonoides y los carotenoides, uno que no suele aparecer en relación con la inmunidad es la proteína de suero. 

Una pieza clave del rompecabezas
Las personas tienden a pensar en la proteína de suero en términos de la síntesis de proteínas y del control del peso, pero rara vez en términos de sus beneficios para el sistema inmunitario. Esto es desafortunado, ya que la proteína de suero puede desempeñar un papel en la prevención de enfermedades de la población en general y de los deportistas profesionales, además de ayudar en el tratamiento de enfermedades crónicas. Asimismo, tiene un enorme potencial en las fórmulas infantiles, a las cuales proporciona una base excelente para favorecer el crecimiento y la salud inmunitaria. 

Hay muchas investigaciones in vitro disponibles sobre la inhibición de la adherencia viral por parte de la proteína de suero, lo que incide directamente en el riesgo de infección. Además, los sialiloligosacáridos, que están presentes naturalmente en la leche materna y en la proteína de suero, pueden actuar "como análogos de receptores solubles para el rotavirus, el virus de la gripe A, B, y Escherichia coli con S-fimbriae (Kawakami, 1974; Dai et al., 2000)”.

Uno de los aspectos más positivos de la proteína de suero es que contiene una gran cantidad de componentes inmunomoduladores, por lo que ella sola beneficia a diversos aspectos del sistema inmunitario de manera simultánea. Si bien la proteína de suero no es un alimento totalmente completo para reforzar el sistema inmunitario, ya que carece de cantidades eficaces de vitamina C y zinc, proporciona una pieza grande y olvidada del rompecabezas de la inmunidad.

Proteína de suero: excelente fuente de inmunidad
La proteína de suero es una fuente abundante de macro y micronutrientes clave que proporcionan beneficios para la inmunidad:

Inmunoglobulinas: Estos componentes activos, que son resistentes a la digestión, representan alrededor del 10 % de la proteína en el suero. Participan en muchos aspectos de la función inmunitaria, estimulando células inmunitarias y neutralizando virus y bacterias, lo que las hace especialmente relevantes en la situación actual. Un aspecto clave de su mecanismo de acción es la prevención de la adherencia de microbios a la mucosa, un hecho que los virus necesitan para provocar una infección. Las inmunoglobulinas ayudan a poner en cuarentena los virus fuera de la célula, lo que reduce sus posibilidades de colonización exitosa y de que la persona se enferme. 

Glutamina: La proteína de suero es una excelente fuente de compuestos de aminoácidos con beneficios inmunitarios. La glutamina, que conforma alrededor del 30 % del contenido total de aminoácidos de la proteína de suero, funciona como fuente de energía del sistema inmunitario y de las células. Por ejemplo, en un estudio sobre corredores de larga distancia se llegó a la conclusión de que la ingesta de glutamina inmediatamente después del ejercicio reducía el riesgo de enfermedad en los días posteriores (Castell et al. 1996, Eur J Appl Physiol Occup Physiol. 73; 488-490). Estudios sobre triatletas utilizaron un enfoque diferente para reducir el riesgo de infección y les proporcionaron aminoácidos ramificados (BCAA, en inglés), que también están presentes en altas concentraciones en la proteína de suero (Walzem et al. 2002, Critical Reviews in Food Science and Nutrition. 42, 353-375). Este enfoque dio como resultado una reducción del 34 % en la incidencia de infecciones, una función inmunitaria potenciada y un mejor mantenimiento de los niveles de glutamina en el plasma. Estos beneficios se lograron mediante el uso de un suplemento con 6 a 9 g de aminoácidos ramificados al día, y esto se puede conseguir fácilmente con el consumo de alrededor de 30 g de proteína de suero. 

Lactoferrina: La proteína de suero también es una buena fuente de lactoferrina, un compuesto con una función significativa en la absorción y la fijación del hierro. Asimismo, asegura que el hierro no esté disponible para las bacterias dañinas, y así inhibe su proliferación. Aunque muchos deportistas tienen una deficiencia de hierro a causa de su plan de entrenamiento, esta deficiencia también es un problema para la población en general. Por ejemplo, alrededor del 20 % de las mujeres premenopáusicas presentan una deficiencia de hierro, y alrededor del 3 % de los hombres. Hay una baja absorción de hierro de muchos alimentos, especialmente los vegetales; no obstante, la presencia de lactoferrina en el suero podría aumentar la absorción de hierro y ayudar a combatir la deficiencia de hierro.

Ácido siálico: Este compuesto disminuye la adherencia de E. Coli y de H. Pylori a las células del intestino; por consiguiente, reduce el riesgo de contraer este tipo de infecciones intestinales. Además de disminuir potencialmente el riesgo de infecciones, también se ha demostrado que el ácido siálico tiene efectos prebióticos y estimula el crecimiento de bifidobacterias y de lactobacilli.

Macropéptido de caseína: Este compuesto conforma alrededor del 15 al 20 % de la proteína en el suero. Tiene propiedades antibacterianas similares a las de la lactoferrina y se ha demostrado que inhibe la proliferación de Streptococcus.

β-lactoglobulina: Este compuesto conforma alrededor de la mitad del contenido total de proteína en el suero y también es potencialmente útil para reforzar la inmunidad. La β-lactoglobulina puede actuar como aporte de aminoácidos a la función del sistema inmunitario, en lugar de los efectos inmunitarios directos de por sí.

Selenio: Por último, pero no por eso menos importante, la proteína de suero contiene una fuente de muy buena absorción de selenio, un micronutriente que se considera que mejora múltiples aspectos de la inmunidad, incluyendo el manejo de los virus. De hecho, hay una discusión cada vez mayor de los retos que enfrentan las poblaciones europeas para lograr ingestas aceptables de selenio. La investigación que realizamos a fines de la década de 1990 fue una de las primeras en analizar los efectos de la proteína de suero en el estado del selenio en sujetos sanos (Child et al. 2003 Med Sci Sports Exerc. 35, S270). Hombres sanos recibieron un suplemento con 40 g de proteína de suero diariamente, lo que derivó en niveles de selenio más elevados y glóbulos rojos más duraderos. Aunque no se realizaron pruebas sobre el funcionamiento del sistema inmunitario, los hallazgos fueron positivos y sugieren que el selenio podría transmitir algunos de los beneficios de las proteínas de suero. 

Beneficios secundarios: Si bien hemos mencionado compuestos específicos del suero que aportan beneficios directos al sistema inmunitario, la proteína de suero también puede producir "efectos secundarios" importantes. Por ejemplo, suelen generarse niveles altos de cortisol a causa de estrés mental o físico, que se sabe que provoca destrucción de glóbulos blancos e inmunosupresión. Este es un problema muy habitual para los deportistas que realizan entrenamiento de alto volumen y alta intensidad, como los deportistas de resistencia. Debido a que se ha comprobado que la suplementación con suero disminuye la respuesta del cortisol al estrés, podría mejorar la función inmunitaria, ya que influye en el entorno hormonal favorablemente.

Más que la síntesis de proteínas
Como mencioné en mi último blog, el interés en la proteína de suero está en alza. La pandemia de COVID-19 solo ha acentuado la necesidad de soluciones para ayudar a que las personas estén en forma, en especial, durante una cuarentena. Pero esta demanda de proteína de suero puede atribuirse en gran medida a los beneficios de la síntesis de sus proteínas y al potencial de reducción de la grasa corporal. El contenido alto de compuestos que refuerzan la inmunidad de las proteínas de suero sigue siendo relativamente desconocido para muchos consumidores y deportistas. Esto representa una oportunidad sin explotar para que muchos deportistas mejoren tanto su salud como su rendimiento físico. 

A medida que los atletas aumentan el volumen y la intensidad de su entrenamiento antes de una competencia, también incrementan su exposición a bacterias y virus debido al aire inspirado y a la ingesta de alimentos. Los eventos internacionales aumentarán aún más la exposición de los deportistas a bacterias y a virus patógenos, por lo que mantenerse sano será un reto cada vez más difícil. Por este motivo, la inclusión en sus dietas de bioactivos y de alimentos estimulantes del sistema inmunitario será un enfoque rutinario, particularmente en situaciones que impliquen un reto mayor, cuando están lejos de sus hogares.

Conservar la salud inmunitaria no es solo un asunto importante para los deportistas profesionales; por ejemplo, las personas de negocios e incluso los turistas se enfrentarán a retos inmunitarios a causa del estrés y de una mayor exposición a patógenos. La nueva normalidad acentuará la demanda de nutrición inmunitaria; es probable que la proteína de suero se transforme en un componente cada vez más importante y reconocido del rompecabezas de la inmunidad.


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